La Alcachofa y sus Beneficios

La Alcachofa y sus Beneficios

Tras el agua, el componente mayoritario de las alcachofas son los hidratos de carbono, entre los que destaca la inulina y la fibra. Los minerales mayoritarios son el sodio, el potasio, el fósforo y el calcio; y entre las vitaminas destaca la presencia de B1, B3 y pequeñas cantidades de vitamina C. Sin embargo, lo más destacable de su composición son una serie de sustancias que se encuentran en pequeña cantidad, pero dotadas de notables efectos fisiológicos positivos: Estos son
La Cinarina: sustancia ácida con efecto colerético, es decir, con capacidad para aumentar la secreción biliar. La Cinarina además de hidrocolerético es hipocolesterolemiante (disminuye los niveles de colesterol en sangre) y disminuye el cociente beta/alfa de las lipoproteínas. También es diurético, provoca mayor expulsión de orina.
Los Esteroles: Son los responsables de limitar la absorción del colesterol en el intestino.
Sus flores al igual que las del cardo contienen el fermento lab. que sirve como cuajo de la leche.
En medicina natural se utiliza profusamente para tratar la anemia, la diabetes, el estreñimiento, los cálculos de la vesícula biliar, la gota o el reumatismo a base de alcachofas (o del jugo resultante de la cocción de sus hojas). Además de ser digestiva, esta verdura es altamente diurética y muy rica en minerales, vitaminas y fibra. Por otro lado, su bajo contenido en calorías hace que sea especialmente aconsejable en dietas de reducción de peso.
Inulina es el nombre con el que se designa a una familia de glúcidos complejos (polisacáridos), compuestos de cadenas moleculares de fructosa. Es, por lo tanto, un fructosano y fructano, que se encuentran generalmente en las raíces, tubérculos y rizomas de ciertas plantas fanerógamas (achicoria, diente de león, yacón, etc.) como sustancia de reserva. Forma parte de la fibra alimentaria. Su nombre procede de la primera planta que se aisló en 1804, el helenio (Inula helenium).
Se considera que la dieta occidental aporta de 1-10 g diarios de inulina. Una vez ingerida, la inulina libera fructosa durante la digestión, aunque en pequeña proporción, ya que el organismo humano carece de enzimas específicas para hidrolizarla. Además, la inulina es una sustancia útil para evaluar la función del glomérulo renal, ya que se excreta sin ser reabsorbida a nivel tubular.
Degradación enzimática:
La inulina no es degradada por las enzimas humanas ptialina y amilasa, enzimas que están presentes en la saliva y secreción pancreática, ya que sus enlaces resisten la acción de estas enzimas. Como resultado, la inulina atraviesa la mayor parte del tracto digestivo prácticamente sin cambios (sólo sufre un grado bajo de hidrólisis ácida en el estómago), y es sólo en el colon donde comienza a sufrir transformaciones importantes.
En la primera porción del intestino grueso las bacterias que en él son residentes comienzan a degradar la inulina en grandes proporciones y a metabolizarla produciendo ácidos grasos de cadena corta (especialmente ácido butírico) dióxido de carbono, hidrógeno y metano.
Es por ello que los alimentos que contienen inulina en grandes cantidades pueden provocar flatulencia y molestias intestinales, en especial en aquellas personas que no están acostumbradas a ingerirlos. Es recomendable entonces que tales alimentos sean consumidos en pequeñas cantidades al principio, hasta que el organismo se adapte.
La microbiota intestinal
La inulina estimula el crecimiento de la microbiota intestinal (microorganismos pobladores del intestino) por lo que en este sentido es benéfica. Ello se debe a que atraviesa el estómago y el duodeno prácticamente sin sufrir cambios y alcanza el intestino delgado casi sin digerir. Aquí está disponible para ser metabolizada por algunos de los microorganimos intestinales, como son las bifidobacterias y los lactobacilos, promoviendo su asentamiento y desarrollo. Por favorecer el crecimiento de las bifidobacterias se dice que la inulina tiene un efecto bifidogénico. Y que por promover el crecimiento de microorganismos beneficiosos para la salud se considera que tiene actividad probiótica.
El tracto gastrointestinal
La inulina es un integrante de la fibra alimentaria, en particular de la llamada fibra soluble. Al ser moderadamente soluble en agua, tiene además la propiedad de formar geles que retienen una gran cantidad de agua. Los subproductos de la metabolización de la inulina parece que aumentan el peristaltismo intestinal y facilitan la absorción de algunos elementos minerales tales como el (calcio, magnesio y fósforo), pero esta absorción mejorada disminuye con el tiempo.
La glucemia (azucar) Debido a que la digestión natural de la inulina no libera cantidades importantes de azúcar, ya que el carbohidrato liberado es principalmente fructuosa (cuyo metabolismo no está influido por la hormona insulina); ésta no eleva de manera significativa los niveles sanguíneos de glucosa o de insulina.
Ya que los oligosacáridos más simples de la familia de la inulina tienen sabor dulce y los polisacáridos más complejos poseen propiedades similares al almidón, estas características pueden ser empleadas para elaborar edulcorantes y derivados de harinas muy útiles para el control de los niveles de glucosa en individuos diabéticos. No obstante, esta recomendación debe efectuarse con cautela.
Indicaciones y contraindicaciones:
Se ha estimado que la dieta occidental aporta 1-10 g diarios de inulinas o fructooligosacáridos. Muchos alimentos que contienen naturalmente cantidades importantes de inulinas o fructooligosacáridos, tales como la achicoria (Cichorium intybus) y el puerro o ajo porro (Allium ampeloprasum var. porrum), y por ello que han sido conocidos desde la antigüedad como "estimulantes de la buena salud".
La inulina es ampliamente reconocida como segura, incluso por los organismos de control de alimentos tales como la FDA. Por ello, en Europa desde enero del 2007 se autoriza su incorporación a todos los productos alimenticios. Sin embargo, y además de los beneficios antes mencionados, también se han señalado reacciones adversas a la inulina, especialmente en individuos diabéticos.
Aproximadamente entre un 30% y un 40% de la población mundial sufre de un síndrome de mala absorción de fructuosa, debido a que la inulina es un fructano y resulta problemática para estos individuos. La recomendación es entonces limitar la ingesta a 0,5 g de inulina por comida para estos individuos.
Usos médicos y terapéuticos:
En cuanto a los potenciales usos terapéuticos, ya se ha indicado que favorece la absorción de calcio a nivel intestinal por lo que tiene virtual interés en el mantenimiento de la salud ósea
Otras aplicaciones que se han propuesto es usarla, sola o en combinación con bacterias probióticas, en los tratamientos de la enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa), de la hipercolesterolemia o del estreñimiento.
Carnitina:
Es un nutriente sintetizado en el hígado, riñones y cerebro a partir de dos aminoácidos esenciales, la lisina y la metionina. La carnitina es responsable del transporte de ácidos grasos al interior de las mitocondrias, orgánelos celulares encargadas de la producción de energía.
Habiéndose descubierto en 1905, no fue hasta mediados de los años 50 cuando se demostró que el principal rol de la carnitina es acelerar el proceso de la oxidación de ácidos grasos (y de esta manera la ulterior producción de energía). La deficiencia de carnitina resulta en una sustancial disminución de la producción de energía y en el aumento de masa del tejido adiposo.
La principal fuente de carnitina son en particular las carnes rojas. Los vegetales contienen cantidades muy pequeñas o incluso nada de carnitina.
Gran cantidad de la carnitina en nuestro organismo es sintetizada a partir de la lisina (aminoácido esencial) con ayuda de la metionina, que es otro aminoácido esencial, tres vitaminas (vitamina C, vitamina B3 y vitamina B6) y el hierro. Desde luego la deficiencia de cualquiera de los nutrientes citados, implica por consecuencia deficiencia de carnitina.
El nivel de carnitina en sangre es por lo general bastante más bajo en las mujeres embarazadas que en aquellas que no lo estan, aparentemente por el incremento de demanda de carnitina por parte del feto. El recién nacido depende casi totalmente de fuentes externas de carnitina, de ahí que aquellos que son amamantados tienen mayores posibilidades de tener óptimas concentraciones en sus tejidos de carnitina. Las fórmulas alimenticias para recién nacidos basadas en leche vacuna tienen una cantidad de carnitina sustancialmente menor que la leche materna, en el caso de las fórmulas basadas en soya, la carencia es absoluta.

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